A TI
Tantas horas contigo que hasta
ignoro
el
comienzo y final de nuestras almas.
Eres orilla
fiel de mi cuerpo.
Y tus brazos, tan suaves,
fuerte amarra.
Amante, compañero y amigo
por sendas
de los tiempos, te aguardaba.
Me habitas profundo.
Si estás junto a mí, todo
cambia.
Eres fuego,
paz,
corazón con ancla,
mano y
silencio,
ternura sin pausa.
Sin ti
sería, sin rumbo, viajera,
palabra dormida,
víspera y ansia
Por las noches y los días,
porque has
sido presencia permanente.
¡Gracias!
Quisiera…,
despertar con tu
luz cada mañana.
Y
al final, como hoy, poder decirte
¡Gracias por el amor que me regalas!
¡Gracias!
Ana Egea. Memoria de amor. Registrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario