jueves, 17 de diciembre de 2015

A    TI


Tantas horas contigo que hasta ignoro

el  comienzo y final de nuestras almas.

Eres  orilla  fiel  de mi  cuerpo.

Y tus brazos, tan  suaves,  fuerte amarra.

Amante, compañero y amigo

por  sendas  de los tiempos, te aguardaba.

Me habitas profundo.

Si estás junto a mí,  todo  cambia.

Eres   fuego,  paz,

corazón con ancla,

mano  y  silencio,

ternura sin pausa.

Sin   ti   sería, sin rumbo,   viajera,

palabra  dormida,

víspera y ansia

Por   las noches y  los días,

porque   has  sido presencia permanente.

¡Gracias!

Quisiera…,

despertar  con  tu luz  cada mañana.

Y   al final,  como hoy, poder decirte

¡Gracias   por el amor que me regalas!


¡Gracias!

Ana Egea. Memoria de amor. Registrado.

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