Para Ana, fruto de vida en el inicio del estío.
Cuando llega la noche…
Ya
se pliegan las olas de la duna
bajo la noche tibia de los pinos
y ha
cesado el mar los torbellinos
de la rima
del agua, que lo acuna.
Ya se
pliegan los ojos de la luna,
mientras buscan las sendas y caminos,
bajo
el silencio en flor, fieles destinos
entre certezas de la noche pruna.
Mientras ríes, aún, tierna morena
y mamá mece cuentos y una nana
en tus
ojos de nieve y aceituna.
Cierra los ojos. Duerme, dulce nena,
que la luz volcará por la mañana
soles de amor añil
sobre tu cuna.
Ana Egea. "Entornos de amor"
Editorial Círculo Rojo
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