lunes, 4 de diciembre de 2017

Diálogo

Cuando  vuelves súbito,
se  me va la mirada a tu encuentro.
Tembloroso el corazón,
embriagado   con aquel regocijo
de  presencia, de siempre que los ojos
trascienden  la  distancia   y   caminan,
irremediables,  adonde tú estás.
Despertar  poderoso  sostenido,
desde   ti.
Inquieto renacer de gravitantes
deseos   exclusivos.
Parábola ritual.
Oír tu voz me basta.
Sólo escucho y  tú me  comunicas,
íntimamente, otra vez,  contigo.

Ana Egea
Entornos de amor. Editorial Círculo Rojo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario